Presentación

La Escuela de Práctica Jurídica de Tenerife (EPJ) es una entidad sin personalidad jurídica, creada en 1986 y dirigida por el Iltre. Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife.

La función primordial de la EPJ es garantizar que sus alumnos puedan obtener la formación jurídica, enfocada al ejercicio profesional de la abogacía, que les permita ofrecer a los ciudadanos un alto grado de calidad en la defensa y asesoramiento jurídico, con una preparación eminentemente práctica que complemente la formación teórica obtenida en la Universidad. Precisamente por la confianza que el Estado deposita en estas Escuelas y de conformidad con el artículo primero de la Orden de 3 de junio de 1997, la posesión del Diploma expedido por la Escuela es uno de los tres requisitos mínimos para acceder al turno de oficio y a la asistencia al detenido.

Actualmente, la Ley 34/2006, de 30 de octubre de Acceso a las profesiones de Abogado y Procurador, en vigor desde el mes de octubre de 2011, otorga un trascendental papel a las Escuelas de Práctica Jurídica: de una parte, asume la formación especializada (reglada y oficial) necesaria para poder acceder a las evaluaciones conducentes a la obtención de estos títulos, siempre previo convenio con una Universidad y, de otra, asume en los términos que fije el Consejo General de la Abogacía o el Consejo Canario de Colegios de Abogados, la realización de lo que denomina “prácticas externas” que implican un 50% de la formación especializada.

En relación con los medios personales, la Escuela ha hecho un gran esfuerzo para lograr el actual nivel de excelencia en su profesorado; cuenta con abogados de reconocido prestigio y dilatada experiencia en las materias que imparte, así como magistrados, jueces, fiscales y otros operadores jurídicos, destinados en puestos directamente relacionados con las materias docentes, con lo que el alumno se nutre no solo de sus conocimientos, sino de su propia experiencia.

La EPJ está dotada del material y de los medios técnicos audiovisuales necesarios para desarrollar una metodología de aprendizaje acorde con el tipo de enseñanza práctica que se promueve.

La EPJ ofrece, durante su programa formativo en que se desarrolla, enseñanzas en las especialidades de mayor interés y relevancia en cada momento a juicio de su Consejo Rector y prepara a los alumnos para la prueba de aptitud profesional, CAP, exigida para la obtención del diploma, exigiendo como estándar de calidad un mínimo de asistencia del 80% de las prácticas sin cuyo cumplimiento no es posible presentarse a realizar las pruebas de aptitud.

Para este nuevo curso académico, la Escuela estima conseguir los siguientes nuevos retos:

* Convertirse en cauce para la formación continua de los abogados, mediante el establecimiento de una línea de cursos permanentes: técnicas en negociación, oratoria, redacción y organización de despachos; y un conjunto de cursos, conferencias y charlas sobre diversas materias de interés y actualidad.

* Consecución de becas para subvencionar la matrícula de la Escuela.

* Concertar prácticas remuneradas con despachos de reconocido prestigio para los alumnos que, a juicio del Claustro, hayan demostrado más interés y aptitud.

* Crear una Bolsa de Trabajo permanente que garantice su inmediata incorporación al mercado laboral.

* Consolidar la Participación en las sesiones de las simulaciones de juicios en la Escuela Judicial de Barcelona.

* Fomentar la asunción de competencias por el Consejo Canario en materia de Escuelas de Práctica Jurídica.

La Dirección de la Escuela, abierta a cualquier sugerencia o queja, saluda a profesores y alumnos rogando a los primeros su mejor disposición y a los segundos sus mayores esfuerzos para conseguir un óptimo aprovechamiento.